La galería Aitor Urdangarin es referencia obligada en esta ciudad para los coleccionistas y amantes del arte de la pintura. Esta actividad de galerista ha ocultado otra no menos firme y certera de escultor que trabaja el acero de carbono e inoxidable con sentido del volumen, elegancia y poder de las formas curvas desplazándose en el espacio y creando un campo de expansión estética característica de la producción de AU desde hace muchos años y que suma más de cien piezas. La obra de Urdangarin posee un importante vuelo espacial que descubre los trazos firmes y limpios que llaman al espectador y le permiten combinaciones diferenciadas con los tubos de acero, fríos pero firmes, barrocos pero poderosos en sus juegos de espirales, curvas, paralelas y círculos. La obra de este artista-galerista desarrolla geometrías voladoras capaces de imprimir un carácter decorativo-expresivo a los trazos con los que construye cada pieza. Capaz de trabajar con esculturas de gran formato y piezas de canon más reducido, toda la obra está impregnada de un gusto en la selección de las trayectorias de los movimientos y cuidada elaboración la manipulación de las obras.